Un esguince es una lesión en la que ocurre el estiramiento brusco de un ligamento. Los tendones son bandas de tejido resistente formadas principalmente por colágeno, que unen a los huesos entre sí en las articulaciones. Contribuyen a darle estabilidad a estas estructuras permitiéndoles mantener cierto grado de movilidad, pero limitando los movimientos en algunos planos que no corresponden a la articulación.
Los esguinces se producen por movimientos bruscos
Los esguinces se definen como lesiones traumáticas. Ocurren generalmente al producirse una caída, o por moverse bruscamente, que lleve a una articulación más allá de su normal rango de desplazamiento.
Los ligamentos se lesionan al ser estirados por encima de su capacidad de resistencia. Estas estructuras no son elásticas lo que las hace vulnerables a un estiramiento. En vista de que los tendones se unen directamente al hueso, es posible que en los casos severos ocurra una fractura por desprendimiento de fragmentos óseos en estas uniones.
Clasificación de las torceduras
En relación con su magnitud, las distensiones se clasifican en tres grandes tipos.
Esguince grado I. El ligamento es estirado, pero se mantiene indemne. Es un tipo leve de lesión y por lo general se resuelve a los pocos días.
Esguince grado II. En este caso el ligamento además de estirarse sufrió un desgarramiento parcial de sus fibras.
Esguince grado III. Es un tipo grave de lesión, aquí el ligamento se desgarró o rompió por completo, con lo que la articulación queda inestable.
Principales síntomas de los esguinces
La principal molestia asociada a un esquive es el dolor. Este dolor es variable según el umbral de cada persona. Sin embargo, suele incrementar al apoyar o movilizar la articulación lesionada.
Otro síntoma cardinal es el aumento de volumen. Este puede ir desde una hinchazón leve, hasta la aparición de una gran tumoración cuando los tendones se rompen, esto se debe a la pérdida de sangre que da origen a un hematoma. Con frecuencia, la sangre originada en la ruptura de pequeños vasos sanguíneos de los tejidos que rodean a la articulación puede producir una coloración violeta de la piel, llamada equimosis o comúnmente moretón.
Localizaciones frecuentes de los esguinces
Entre las dislocaciones más frecuentes destacan:
De tobillo
Es un tipo muy frecuente de distensión, constituye 2 de cada 10 lesiones deportivas. Ocurre por lo general al caer en deportes que involucran el salto, como es el caso del baloncesto y el fútbol, también son comunes en los patinadores. Pueden presentarse al bajar escaleras, al caminar y apoyar mal el pie, así como con el uso de zapatos de tacón alto.
Existen dos tipos de esquive de tobillo, dependiendo del movimiento forzado llevado a cabo. Cuando el pie se dobla hacia adentro, a esto se le ha llamado inversión forzada, ocurre el estiramiento de las fibras ubicados en la cara externa del tobillo, este es el tipo más común de esguince de tobillo. En el caso en el que el pie se dobla hacia afuera, situación conocida como eversión forzada, los ligamentos lesionados son los del lado interno del tobillo.
De la rodilla
La rodilla es una articulación muy compleja. En ella existen ligamentos a los lados de la articulación, pero también hay dos tendones dentro de ella, llamados ligamentos cruzados. La función de estos es permitir que la rodilla pueda moverse y estabilizar la articulación.
Los esguinces de rodilla son comunes en actividades deportivas que implique efectuar saltos o bien correr trayectos con cambios bruscos de dirección. Estos movimientos son comunes en deportes como el fútbol, baloncesto y voleibol.
De muñeca
La muñeca es una articulación muy susceptible de lesionarse durante una caída. Esto es debido al reflejo protector consistente en meter las manos para amortiguar el golpe durante la caída. Otra causa de esta lesión es cargar objetos muy pesados.
El movimiento brusco, al mismo tiempo de los límites normales para esta articulación, es capaz de estirar sus ligamentos ocasionando dolor, inflamación y limitación para la movilidad.
De los dedos
Los dedos pueden presentar esguinces cuando sufren un traumatismo que los lleva de forma forzada haca atrás, es decir, en extensión. Este tipo de lesiones son más comunes en los dedos de las manos que en los dedos de los pies, en especial a nivel del dedo pulgar y el dedo medio. La principal causa de esta lesión son las caídas o la práctica de deportes con balón como el voleibol y el basquetbol. Los dedos de los pies se lesionan con menor frecuencia, especialmente en el atletismo y el salto.
De la columna vertebral
La columna vertebral está formada por una serie de vértebras superpuestas una sobre otra. Estos huesos se unen entre sí por tendones que pueden sufrir un esguince.
El tipo más común de esguince en la columna vertebral es el latigazo cervical. Esta es una lesión muy común en la que el cuello se lleva bruscamente hacia adelante y luego hacia atrás. Su principal causa son los accidentes automovilísticos. También, pueden ocurrir en el caso de caídas en las que ocurra un traumatismo en la cabeza.
En este tipo de torcedura ocurre un dolor muy intenso que se acompaña por limitación para mover el cuello. Esto es debido a la contractura muscular que frecuentemente acompaña a esta lesión.
Las luxaciones de columna cervical pueden llevar al desarrollo de dolor crónico. Curiosamente muchas personas con fibromialgia tienen el antecedente de un esguince en su columna cervical.
Recomendaciones en caso de sufrir un esguince
Al igual que en cualquier otro tipo de lesión deportiva, es necesario antes que nada suspender la actividad física. Continuar realizando actividades se asocia con el desarrollo de una lesión mayor.
Los esguinces pueden ir desde un simple estiramiento del ligamento, hasta una ruptura completa del mismo. Por esta razón es necesario acudir a un médico para ser evaluado y establecer la magnitud de la lesión. Es importante, además identificar otras lesiones asociadas. Estas suelen abarcar hematomas, fracturas o el compromiso de los músculos o trayectos nerviosos cercanos.
El funcional tratamiento para mejorar estas lesiones abarca la inmovilización con una férula o bien un vendaje. Esto se complementa con el uso de medicación para el dolor, la aplicación de frío local, la elevación de la zona afectada y la fisioterapia. Con estas medidas es posible curar un esquive por completo en la gran mayoría de los casos.
Este tipo de lesiones suelen sacar de juego a los atletas y deportistas. Su manejo inadecuado puede prolongar el tratamiento y el reposo, por lo que en todos los casos lo mejor es seguir al pie de la letra las indicaciones del especialista. Tras una lesión puede ser necesario reacondicionar y fortalecer las estructuras lesionadas.
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