Actualmente existen múltiples formas en que diversas sustancias con variado grado de toxicidad pueden llegar a nuestros alimentos, dentro de las que se cuentan más habitualmente algunos contaminantes industriales y residuos de pesticidas, como resultado de los controles de plagas que se realizan sobre los cultivos y los alimentos que a diario ingerimos.
Otras sustancias que ingerimos inadvertidamente a diario en los alimentos son los aditivos alimenticios, o incluso sustancias que pueden provenir de los materiales en los que se envasan los alimentos, además de los recipientes en los que son envasados o sometidos a cocción.
Aunque muchos de estos compuestos no están presentes en altas concentraciones, pueden llegar a producir efectos secundarios aún a niveles bajos, debido a una exposición prolongada o crónica, o bien, por darse en etapas sensibles de la vida como puede ser, por ejemplo, el embarazo o la infancia.
Es de especial preocupación el hecho que muchos contaminantes y aditivos alimentarios pueden alterar sensiblemente el equilibrio hormonal (disrupción hormonal) a bajísimas concentraciones, hallazgos que pueden pasar inadvertidos en estudios controlados, porque puede que en la evaluación del riesgo de las sustancias no se haya tenido en consideración que en las situaciones cotidianas nos exponemos de manera simultánea a varias sustancias diferentes que pueden tener un sumatorio o sinérgico (“efecto cóctel”), ya que solo se evalúa el riesgo de exponerse a un compuesto en particular y aislado. Es por eso que hoy vamos a hablar sobre el Amarillo anaranjado o E 111
Qué es y cómo se obtiene el Naranja GGN
El Naranja GGN es un tipo de colorante sintético. Es de color amarillo muy intenso al naranja. Se obtiene por síntesis a partir de las heces o excremento de algunos tipos de ratones y ratas que producen en sus primeros meses de vida.
Productos que contienen E-111
En la rama de la tecnología en alimentos se busca obtener un colorante que reúna varias características que sean provechosas en los alimentos, como que sea seguro para los seres vivos, estable en distintas condiciones ambientales y de procesamiento, además de que cumpla su función de manera eficaz. Adicionalmente, debe permitir emplear dosis lo más bajas posibles, que aumenten su rendimiento y sean económicamente rentables. Es importante la solubilidad del colorante y su capacidad de fijarse a las moléculas del alimento, para que aseguren una óptima presentación y durabilidad del producto en los alimentos que se emplea.
Se utiliza en golosinas como caramelos, que son muy bien teñidos por este colorante. Además se emplea en helados y productos variados de pastelería.
Otros nombres para el Colorante Naranja GGN
Food Orange 2, Orange GNN Coloring, Naranja Alfa-Naftol, Alpha- Naphtol Orange Dye, CI 15980.
Como afecta el E 111 al organismo
Al ser ingerido se convierte en un potente inhibidor de la respiración mitocondrial, es decir, interfiere con la producción y aprovechamiento de la energía que se origina en la célula, cuyos efectos secundarios y riesgos del Naranja GGN revisten especial peligro en niños y mujeres embarazadas, que requieren un aporte energético para el crecimiento y desarrollo orgánico.
A considerar
Reitero que si bien es cierto que existe algún grado de desconfianza en los consumidores en relación a las bondades de estas sustancias conocidas como colorantes alimentarios, en general, existe escasa conciencia ciudadana acerca del significado y relevancia de la información que aparece en las etiquetas, cuyo objetivo es facilitar la identificación de ciertos aditivos sospechosos o francamente tóxicos, para poder tomar decisiones informadas acerca de sus efectos adversos para la salud.
Si bien se ha publicado mucho material informativo acerca de los efectos negativos que pueden tener algunos aditivos- solos o combinados con otras sustancias- como son cuadros alérgicos, agravamiento del asma, afecciones cutáneas como eccemas y urticaria, reacciones de hipersensibilidad, alteraciones endócrinas como hipertiroidismo, daños a nivel renal y hepático, anemia, irritaciones digestivas, descalcificación ósea, interferencia en la absorción de algunos nutrientes que pueden resultar en avitaminosis, cefaleas e incluso efectos neoplásicos que ocasionen cáncer, etc., aún no se ha tomado una verdadera conciencia acerca de la gravedad de sus efectos a corto, mediano y largo plazo, en especial para la población más expuesta y vulnerable de todas: los niños.