Los esteroides ayudan a crear músculo incrementando la testosterona, que a su vez incrementa la síntesis de proteínas en las células, aumentando la musculatura y quemando las grasas.
Ésta es la parte anabólica. Pero los esteroides también afectan al hígado, próstata, corazón, órganos sexuales y características sexuales como el tono de voz, crecimiento de vello facial, acné, etc.
Ésta es la parte androgénica. Ambas partes van a la par, lo que significa a grandes rasgos que los beneficios de los esteroides siempre irán acompañados de algún efecto secundario no deseado. Y aquí es donde los SARMS cambian el juego.
Los SARMS son más selectivos y reducen drásticamente los efectos secundarios conocidos en los esteroides. Actúan en las hormonas de una manera muy selectiva y específica de manera que es posible aumentar la masa muscular y ósea y reducir la grasa corporal rápidamente sin poner nuestro cuerpo en riesgo. Los SARMS son una alternativa segura a los esteroides que además proporcionan una mayor resistencia física y una recuperación de las lesiones más rápida. Los SARMS ayudan a mejorar además la fortaleza de los huesos que ayudan a sustentar el cuerpo, proteger los órganos vitales y almacenar calcio.
Todo el mundo quiere mejorar su rendimiento deportivo y alcanzar cotas más altas. Durante la última década son más y más los que se benefician de las ventajas de los SARMS sobre los esteroides. Los SARMS necesitan un uso más continuado y prolongado que los esteroides y esto puede no ser especialmente llamativo para quien busca resultados inmediatos. Los esteroides crean niveles de testosterona tan altos que a veces el cuerpo no puede asimilar, convirtiéndose en estrógenos que provocarán los mencionados efectos secundarios. En definitiva, grandes resultados con limitados efectos secundarios es una razón de peso para elegir SARMS.