Dieta de la luna para adelgazar- Cómo hacerla, calendario, beneficios…

Prácticamente todas las dietas, incluyendo a la dieta de la luna, tienen como propuesta común  la disminución del número de calorías a ingerir; ahora bien, las formas de hacerlo son muy diversas. Existen cientos de dietas con las formas más variadas y con diferentes niveles de restricción. Algunas incluso, las más radicales, proponen extender el periodo de ayuno. En gran parte de éstas, tales restricciones suelen ser recomendadas por determinados periodos; la dieta de la luna, sin embargo, no requiere de periodos de dieta y sí de días y número de horas bien específicos.

La dieta de la luna tiene como fundamento la acción de las fases lunares, bajo la premisa de que la luna es capaz de ejercer algún tipo de influencia sobre los líquidos al momento de hacer el cambio entre fases y especialmente el agua que está contenida en el ser humano, es decir, prácticamente todo el cuerpo; la dieta entonces exige que quien la sigue se alimente durante 24 horas, solamente con líquidos de bajo contenido calórico, en los días en que ocurren los cambios del ciclo de la luna, lo que sucede una vez por semana. Esto representa una especie de ayuno «leve».

Además de que en los días del cambio del ciclo lunar, comúnmente conocidas como fases lunares, las comidas deben ser en forma de líquidos. Por otro lado, se deben restringir las salsas, refrescos y hasta el azúcar refinado está totalmente prohibido. Lo recomendable sería no endulzar o en último caso utilizar edulcorantes artificiales.

¿Qué se puede comer con la dieta de la luna?

Si te estás preguntando cómo hacer la dieta de la luna, no te preocupes, es muy sencilla.

En los días en que hay cambio de fase lunar, las comidas sólidas están prohibidas, solamente se puede tomar agua, té, café, jugos de frutas sin azúcar, yogurt light y purés de verduras. Todo esto al menos durante 26 horas. Lo que equivaldría a una especie de ayuno incompleto, ya que se suprimen muchos alimentos, dejando sólo los líquidos; especialmente el agua y los jugos.

Lo ideal es tomar jugo luego del ayuno durante la noche. Este sería tu único desayuno. Y, en los intervalos, entre las comidas; jugos de cualquier fruta junto con hortalizas (repollo, espinaca, albahaca, celery), siempre variando los ingredientes. En el almuerzo y la cena se puede consumir puré de verdura (zanahoria, espinaca, calabacín, chayota), las patatas deben ser evitadas. Entre las comidas se puede tomar libremente agua y té sin azúcar.Dieta de la luna para adelgazar

Calendario de la dieta de la luna

Consulta el calendario lunar de este 2017, para que sepas cuándo comienza cada ciclo.

Para cada fase de la luna existe una explicación sobre su influencia en el organismo de las personas. A continuación se detallan las diferentes etapas y lo que se debería realizar en cada una de estas fases:

Luna nueva

Es el momento propicio para dar inicio a una dieta, puesto que dicha fase ayuda a adoptar nuevos hábitos alimenticios y a controlar la gula; igualmente, es el momento ideal para dar inicio a la práctica de actividades físicas de forma regular y comenzar a consumir más agua si es necesario.

Luna creciente

Es un periodo en el cual se tiende al aumento de peso, aún y cuando se mantenga una alimentación normal. Por lo tanto, es la fase donde se debe tener mucha cautela para no cometer excesos con la comida, y así no engordar; es ideal para quien necesita ganar peso. Y, por otro lado, puede que sea buena idea mantener un poco de ayuno mientras transcurre esta fase.

Luna menguante

En este cambio de fase el organismo aprovecha para realizar la eliminación del exceso de líquidos y toxinas con mayor facilidad, ayudando así a la eliminación del exceso de peso y sobre todo, a desintoxicar el cuerpo de forma profunda. Igualmente se aprecia un mayor control sobre la compulsión por comer dulces.

Luna llena

Durante la luna llena se produce una mayor tendencia a la retención de líquidos, aún cuando se reduzca la ingesta de agua, lo que de por sí nunca es recomendable. Quien ya ha comenzado la dieta debe ser muy perseverante para que el peso no se estabilice, y para quien aún no ha comenzado, lo ideal es esperar a que pase la fase de luna llena y se reinicie el ciclo con la luna nueva, que es la fase más favorable para iniciar una dieta.

Beneficios de la dieta de la luna

El principal beneficio de esta dieta es que en los días en que ocurren los cambios de las fases de la luna, se realiza un buen consumo de frutos, legumbres y verduras, que son una excelente fuente de vitaminas y minerales; importantes para el adecuado funcionamiento del organismo. Las vitaminas y minerales son elementos indispensables para ejecutar las principales funciones metabólicas, al igual que el consumo de agua. Por otro lado, estos alimentos son ricos en fibra, la cual, contribuye con el tránsito intestinal y aumenta la sensación de saciedad.

Desventajas de la dieta de la luna

En el periodo en el cual se realiza la dieta líquida, son muy pocas las calorías que ingresan al cuerpo, inclusive por debajo de las necesidades energéticas diarias de un adulto, lo cual puede llegar a ser hasta perjudicial para la salud.
Se pueden presentar síntomas como mareos, debilidad, dolor de cabeza y malestar general; señales directamente relacionados con la baja ingesta de carbohidratos, que son la principal fuente de energía para el organismo  y suelen estar con mayor abundancia en cereales y tubérculos, que no son permitidos en esta dieta.
La dieta no estimula la reeducación alimentaria, por lo cual, quienes la llevan a cabo pueden recuperar el peso perdido cuando paren de seguirla. Además, si no hay una alimentación equilibrada durante los otros días de la semana, no se verán los resultados de pérdida de peso a largo plazo.

Conclusiones

Es una dieta que a pesar de incluir bebidas ricas en vitaminas y minerales, es pobre en carbohidratos, proteínas y grasas, lo que contradice los principios nutricionales de una alimentación saludable.

No existen estudios científicos que avalen la eficacia de la dieta en relación con la pérdida de peso.

Lo ideal de una buena dieta es que ésta no requiera hacer cambios radicales por medio de prohibiciones de grupos alimenticios ni caer en lo que podría consdirarse como periodos prolongados de ayuno, así se garantiza que la pérdida de peso sea saludable y duradera.

Otro recurso  indispensable de cualquier dieta, y que no es contemplado en la dieta de la luna, es que la misma proporcione herramientas que lleven a una reeducación de los hábitos, tanto de alimentación como de vida; de manera tal que la persona pueda distinguir entre los errores y aciertos que comete en su alimentación, y a partir de esto, poder evaluar si está perdiendo peso de la forma correcta y sin comprometer su salud, introduciendo entonces los buenos hábitos a su rutina diaria y para toda la vida.

Es importante aclarar que a día de hoy, en pleno 2017, la dieta de la luna no es una dieta que pueda estar respaldada por un nutricionista o un médico endocrinólogo, profesionales que son los primeros a quienes se debe acudir a la hora de querer realizar un régimen alimenticio para perder peso. Estos profesionales se encargan de controlar inicialmente el estado de salud del paciente y luego acompañar los resultados que puedan ser obtenidos por una dieta balanceada, que permita bajar de peso sin hacer sacrificios para la salud y que además, sean personalizadas, de manera tal que al final la persona no vuelva a adquirir el peso perdido.

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