Cuando se trata de perder peso, una actitud mental positiva es tan importante como hacer ejercicio y comer de forma sana. Aunque reorganizar tu dieta y rutina de ejercicios puede ser un reto, a la mayoría de las personas les resulta más fácil cumplir con su nuevo estilo de vida cambiando su forma de pensar. Pero hay que tener cuidado con las siguientes trampas mentales que pueden hacerte perder el rumbo, se debe mantener el control sobre los pensamientos tanto como con las calorías.
No te sientas culpable
Incluso los comedores sanos más estrictos tienen algún desliz ocasional, así que no te rindas si de vez en cuando te desvías de tu dieta. Criticarse a uno mismo tiene un efecto negativo en tu bienestar y te tienta a renunciar a tu nuevo régimen por completo. En lugar de eso, céntrate en las áreas que deseas mejorar y disfruta de ello.
Visualiza tu nuevo yo
Imaginar cómo te verás, sentirte y actuar como si hubieras alcanzado tus metas de acondicionamiento físico es una herramienta poderosa, pero no es tan fácil como parece. Crear una ayuda visual con un tablero en el que puedas pegar fotos de la ropa que te gustaría llevar una vez que alcances tu objetivo de peso, recetas saludables y frases motivadoras puede ayudarte a conseguirlo.
Bájate de la balanza
Es fácil obsesionarse con el número de kilos que quieres perder, pero la balanza puede ser engañosa. La retención de líquidos, aumento del músculo, la cena de anoche en el estómago, pueden afectar a cuánto pesamos, por lo es necesario tener en cuenta otras señales que te confirmen que estás progresando. Si tus niveles de energía están en aumento y los pantalones vaqueros te quedan menos apretados, estás en el camino correcto.
No te estreses
Llegar con prisa a una clase de gimnasia, obsesionarte con las calorías o el exceso de ejercicio, pueden tener un efecto negativo sobre la pérdida de peso, ya que el cuerpo comienza a producir niveles excesivos de cortisol, la hormona del estrés, lo que dificulta su capacidad de quemar grasa. Trata de de tomarte las cosas con calma, puedes probar una clase de yoga o Pilates para relajar la mente y el cuerpo.
Imagen cortesia de Ambro
