Seguro has escuchado del squash; quizás has tenido la oportunidad de practicarlo o es posible que seas un fanático de este deporte. Entonces, sabrás que un deporte como el squash es perfecto si deseas tener hábitos de vida saludable.
Y si no sabes nada al respecto, te invitamos a descubrir con nosotros el significado de esta apasionante y excelente actividad física, desde su definición, origen, hasta lo básico para practicarlo y los beneficios que aporta a la salud.
¿Qué es el squash?
El squash es una actividad deportiva considerada de mediano impacto, en la que se utiliza una raqueta para que una pelota rebote contra una pared frontal, sin permitir que la misma caiga al suelo. Se practica en un espacio techado y por ello (también por el uso de la raqueta), es considerado como “tenis de salón”.
Aunque no tiene mucha fama por no contar con difusión, en las últimas décadas ha logrado convertirse en el deporte favorito de muchos, debido a que proporciona mucha diversión.
Origen del squash
Aunque parezca extraño, el squash tuvo origen en una prisión. A principios del siglo XIX en Londres, Inglaterra, los presidiarios pasaban el rato golpeando una pelota con una raqueta contra las paredes del patio, imitando o simplificar el tenis. Es así como se crea el Rackets, que luego sube su nivel de dificultad en los años 1820 y 1830, al utilizar una pelota pinchada, más dura y gruesa, requiriendo de mayor esfuerzo físico.
El squash en el mundo se conoce gracias al ejército británico, cuyos soldados construyeron canchas fuera de sus fronteras, en los países colonizados o en períodos de guerra.
Principios básicos del squash
Los jugadores de squash pueden jugar uno contra uno (individual o single), o dos contra dos (parejas o dobles). Deben golpear de forma alternada una pelota dura de color negro con sus raquetas contra una pared frontal, sobre una banda frontal.
Se gana punto o stroke cuando la pelota rebota más de una vez en el suelo y el contrincante no ha podido devolverla para tocar la pared frontal.
Cada partido de squash contiene 11 puntos o rallies y gana el que tenga más sets ganados entre tres y cinco sets.
El squash es un deporte seguro, puesto que no está permitido golpear al adversario, ni bloquear su paso. En esos casos, es posible gritar la palabra let, para indicar al juez que revise la jugada y de ser necesario, declare falta, eliminando el punto e iniciando de nuevo.
Equipamiento necesario en le squash
Para practicar squash se requiere de un equipo especial, que dependerá del nivel que tengas y la cantidad de dinero que puedas gastar. Como mínimo se debe tener: raqueta de squash (son más alargadas que las de tenis y tienen la cabeza más pequeña), zapatillas ligeras, transpirables y con buena adherencia al suelo (al principio, pueden ser de running, pero lo ideal es que sean zapatillas para squash); y pelotas de squash.
¿Por qué practicar squash es bueno para la salud ?
Como cualquier deporte, el squash pone en movimiento el cuerpo, lo que siempre es recomendado para mejorar la salud. Además de ello, practicar este deporte tiene muchas ventajas y algunas contraindicaciones que veremos a continuación.
Ventajas de practicar squash
No tiene edad:
La primera ventaja que es necesario nombrar es que el squash puede practicarse a cualquier edad, desde los 3 años, hasta los 80 e incluye tanto a hombres como mujeres.
Mejora la resistencia cardiovascular:
Otro importante beneficio del squash es la resistencia cardiovascular que le proporciona al organismo, ya que se realizan ejercicios aeróbicos como correr y saltar, lo que genera mayor cantidad de bombeo de sangre en el cuerpo.
Aumenta la resistencia muscular:
Debido a que el squash requiere cambios bruscos de velocidad, se produce gran cantidad de trabajo muscular en todo el cuerpo, lo que mejora la resistencia de los músculos y aumenta el tono muscular.
Mejora la flexibilidad:
Obviamente, para llegar a la pelota, es necesario ejecutar movimientos que obligan al cuerpo a estirarse, lo cual promueve la elasticidad.
Ayuda a perder peso:
Practicar squash ayuda a bajar de peso, ya que una sesión de media hora permite perder unas 500 calorías. La grasa acumulada poco a poco irá cediendo, al mismo tiempo que se moldea la silueta, gracias a la exigencia de los movimientos.
Es un deporte seguro:
Si se practica con el equipamiento adecuado y con toda la normativa exigida, el squash es un deporte seguro y con pocas probabilidades de sufrir lesiones.
Desarrollo de agilidad:
El squash requiere movimientos rápidos y explosivos para poder ejecutarse a plenitud. Esto permite desarrollar agilidad, así como mejorar la coordinación, el equilibrio y los reflejos.
Mejora la concentración:
El squash requiere de alta concentración, ya que se debe estar atento a cada movimiento del oponente y seguir la trayectoria de la pelota. Además, fomenta el uso de estrategias para ganar.
Ayuda a eliminar el estrés:
Al emplear golpes duros y ejercitar todos los músculos del cuerpo, sin lugar a dudas el squash elimina el estrés, además de ser un deporte divertido y placentero que mejora el ánimo y por ende, aumenta el autoestima.
Mejora las habilidades sociales:
Se debe mantener comunicación directa con el oponente, y si se juega en pareja, ayuda a desarrollar el trabajo en equipo. También el squash promueve la compentencia sana.
Contraindicaciones del squash
Son muchos los beneficios del squash en la salud, pero siempre es necesario tomar en cuenta las contraindicaciones.
Si se sufre algún tipo de enfermedad o lesión previa, es necesario consultarlo con un especialista, ya que puede existir el riesgo de agravarlo.
Consejos finales para practicar squash
Si ya te animas a iniciar la práctica del squash o estás reforzando tu amor por este deporte, no puedes perderte estos consejos finales:
Calentamiento previo
Es importante preparar los músculos para el esfuerzo que van a realizar. De allí lo fundamental de hacer un calentamiento de mínimo 10 minutos.
Estiramiento final
Así como se prepararan los músculos para el esfuerzo, debe realizarse el estiramiento al final del ejercicio, con la finalidad de evitar lesiones musculares.
Tener un entrenador
Para principiantes, es recomendable tener un entrenador que explique los movimientos y reglas básicas, hasta ir subiendo el nivel. Comenzar a jugar squash por iniciativa propia es excelente, pero si no se cuenta con una guía, puede ser contraproducente y provocar lesiones al jugador y a terceros.