Aspectos clave y movimientos del complejo articular del hombro

Descubre los secretos del complejo articular del hombro y su amplia movilidad. ¡Aprende a cuidarlo y optimiza tus movimientos!

El complejo articular del hombro es una estructura fascinante que permite una amplia gama de movimientos en la extremidad superior. Está formado por cuatro articulaciones clave: la esternoclavicular, la acromioclavicular, la glenohumeral y la escapulotorácica. Cada una de estas articulaciones desempeña un papel crucial en la funcionalidad del hombro y su correcto funcionamiento.

La articulación esternoclavicular

Comenzaremos nuestro recorrido por el complejo articular del hombro con la articulación esternoclavicular, la cual une el esternón y la clavícula. Esta articulación permite movimientos en los planos anteroposterior, vertical y rotacional. Gracias a esta versatilidad, podemos realizar movimientos como levantar los brazos, encoger los hombros o rotar los brazos hacia afuera.

La articulación acromioclavicular

La articulación acromioclavicular conecta el acromion de la escápula y la clavícula. Aunque puede parecer una articulación pequeña y menos relevante, juega un papel crucial en los movimientos sutiles de la escápula. Esta articulación nos permite realizar movimientos como encoger los hombros, inclinarlos hacia adelante o hacia atrás, y mover la escápula hacia arriba y hacia abajo.

La articulación glenohumeral

La articulación glenohumeral es la más conocida y reconocida del complejo articular del hombro. Está formada por la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula. Esta articulación es altamente móvil pero menos estable que otras articulaciones del cuerpo humano. Gracias a la articulación glenohumeral, podemos realizar movimientos complejos como levantar los brazos por encima de la cabeza, girar los brazos hacia adentro o hacia afuera, y mover los brazos en diferentes direcciones.

La articulación escapulotorácica

Aunque técnicamente no es una articulación anatómica en sí misma, la articulación escapulotorácica es esencial para comprender la funcionalidad del complejo articular del hombro. Esta «articulación» se refiere a la relación íntima entre la escápula y el tórax. La escápula se mueve en relación con el tórax durante los movimientos del hombro, lo que nos permite realizar movimientos como girar los hombros hacia adelante o hacia atrás, mover la escápula hacia arriba y hacia abajo, y rotar la escápula en diferentes direcciones.

Importancia de cada articulación

Es importante destacar que todas estas articulaciones trabajan en conjunto para brindar una funcionalidad óptima al complejo articular del hombro. Un fallo o mal funcionamiento en una de estas articulaciones puede debilitar todo el complejo y reducir su eficacia. Por lo tanto, es esencial mantener un equilibrio adecuado en todas las articulaciones para evitar lesiones y promover un rendimiento óptimo.

Movimientos específicos

Ahora que hemos analizado cada una de las articulaciones del complejo articular del hombro, es importante comprender cómo se relacionan entre sí durante movimientos específicos. A continuación, exploraremos tres de los movimientos más comunes en el hombro: flexión/extensión, abducción/adducción y rotación interna/externa.

Flexión/extensión

La flexión y la extensión implican movimientos en las tres articulaciones del hombro, pero con diferentes grados de movimiento en cada una. Durante la flexión, el brazo se mueve hacia adelante desde una posición neutral, involucrando la articulación esternoclavicular, la acromioclavicular y la glenohumeral. La extensión, por otro lado, implica mover el brazo hacia atrás desde una posición neutral, nuevamente involucrando las tres articulaciones.

Abducción/adducción

La abducción y la adducción también involucran las tres articulaciones del hombro, pero con diferentes patrones de deslizamiento y tensión en cada una. Durante la abducción, el brazo se mueve hacia afuera desde una posición neutral, separándose del cuerpo. Este movimiento implica deslizamientos y tensiones específicas en la articulación esternoclavicular, la acromioclavicular y la glenohumeral. Por otro lado, la adducción implica mover el brazo hacia el cuerpo desde una posición neutral, acercándolo al tronco y nuevamente involucrando las tres articulaciones.

Rotación interna/externa

La rotación interna y externa son movimientos específicos que ocurren en cada una de las articulaciones del hombro. La rotación interna implica girar el brazo hacia adentro, mientras que la rotación externa implica girar el brazo hacia afuera. Estos movimientos requieren rotaciones y deslizamientos específicos en la articulación esternoclavicular, la acromioclavicular y la glenohumeral.

El complejo articular del hombro está formado por cuatro articulaciones clave: la esternoclavicular, la acromioclavicular, la glenohumeral y la escapulotorácica. Cada una de estas articulaciones desempeña un papel único en la funcionalidad del hombro. Un fallo o mal funcionamiento en una de estas articulaciones puede debilitar todo el complejo y reducir su eficacia. Es importante mantener un equilibrio adecuado en todas las articulaciones para evitar lesiones y promover un rendimiento óptimo en los movimientos del hombro.

Referencias:

  • Drake R.L., A.Vogl. (2010). Gray anatomía para estudiantes. Madrid, España: Elsevier.
  • Neumann, D. (2007). Fundamentos de rehabilitación física. Paidotribo.
  • Leal, L. (2010). Estructura y función de la extremidad superior. Barcelona. Resistance institute.
  • Kendall, P.F. (2006). Kendalls, Músculos pruebas funcionales, postura y dolor. Editorial Marban.

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