Epicondilitis lateral: una lesión dolorosa que afecta a tenistas y trabajadores. Descubre cómo tratarla y prevenirla para una recuperación completa.
El codo de tenista, también conocido como epicondilitis lateral, es una lesión causada por el sobreuso de los extensores de muñeca y la inflamación de su inserción en el epicóndilo lateral del húmero. Esta condición puede ser aguda o crónica y provoca dolor e incapacidad en la persona afectada.
Aspectos relevantes de la epicondilitis lateral
Los músculos que se ven afectados en el codo de tenista son los extensores de la muñeca, como el extensor radial corto del carpo, el extensor radial largo del carpo y el extensor común de los dedos, así como los supinadores, como el supinador largo y corto del antebrazo.
Esta lesión no distingue entre hombres y mujeres, afectando a ambos sexos por igual. Sin embargo, la incidencia es mayor entre los 40 y 50 años, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad.
Los síntomas más comunes de la epicondilitis lateral incluyen agarres débiles y dolorosos, hipersensibilidad en la cara externa del codo, inflamación y dolor punzante en la zona lateral del codo. Estos síntomas pueden dificultar la realización de actividades diarias y deportivas.
Existen diversos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar esta lesión, como la práctica de tenis, trabajos que requieren movimientos repetitivos de la muñeca, disminución de la flexibilidad, edad avanzada y desequilibrio muscular. Es importante tener en cuenta estos factores para prevenir la aparición de la epicondilitis lateral.
Diagnóstico y tratamiento del codo de tenista
Para diagnosticar la epicondilitis lateral, se pueden utilizar diferentes métodos, como radiografías, resonancia magnética y ecografías. Estas pruebas permiten evaluar el estado del codo y descartar otras posibles lesiones.
El tratamiento médico para el codo de tenista puede variar dependiendo de la gravedad de la lesión. En casos leves, se puede recomendar el reposo, el uso de medicamentos antiinflamatorios y la aplicación de hielo para reducir la inflamación. En casos más severos, pueden ser necesarias infiltraciones de esteroides o toxina botulínica para aliviar el dolor y la inflamación.
Además del tratamiento médico, la fisioterapia juega un papel fundamental en la recuperación del codo de tenista. Los fisioterapeutas pueden utilizar diferentes técnicas para controlar el dolor e inflamación, como la terapia de ondas de choque. También se pueden realizar movilizaciones articulares, estiramientos y ejercicios de fortalecimiento de los músculos afectados para acelerar la recuperación.
En casos crónicos o graves, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Esta intervención consiste en extirpar y reinserir el origen muscular para aliviar los síntomas y restaurar la función del codo.
Prevención y cuidados del codo de tenista
La prevención del codo de tenista es fundamental para evitar la aparición de esta lesión. Se recomienda realizar ejercicios de calentamiento y elongación de los músculos involucrados antes de practicar cualquier actividad física. También es importante evitar movimientos forzados y posturas prolongadas de extensión de muñeca, ya que esto puede sobrecargar el codo.
En caso de necesitar una protección adicional, se puede utilizar una epicondilera, una banda que se coloca alrededor del antebrazo para aliviar la presión en el epicóndilo lateral y reducir el riesgo de lesiones.
La epicondilitis lateral, conocida como codo de tenista, es una lesión causada por el sobreuso de los extensores de muñeca y la inflamación de su inserción en el epicóndilo lateral del húmero. Esta condición puede ser aguda o crónica y provoca dolor e incapacidad en la persona afectada. Los músculos más afectados son los extensores de la muñeca y los supinadores.
Los síntomas incluyen agarres débiles y dolorosos, hipersensibilidad en la cara externa del codo, inflamación y dolor punzante en la zona lateral del codo. Los factores de riesgo incluyen la práctica de tenis, movimientos repetitivos de la muñeca, disminución de la flexibilidad, edad avanzada y desequilibrio muscular.
El diagnóstico se puede realizar mediante radiografías, resonancia magnética y ecografías. El tratamiento médico puede incluir reposo, medicamentos antiinflamatorios, infiltraciones de esteroides o toxina botulínica, uso de órtesis y terapia de ondas de choque. El tratamiento fisioterapéutico puede incluir control del dolor e inflamación, movilización articular, estiramientos y ejercicios de fortalecimiento de los músculos afectados. En casos crónicos o graves, puede ser necesaria la cirugía para extirpar y reinserir el origen muscular. Para prevenir esta lesión, se recomienda realizar ejercicios de calentamiento y elongación de los músculos involucrados, evitar movimientos forzados, posturas prolongadas de extensión de muñeca y usar una epicondilera si es necesario. La recuperación completa y la prevención de recaídas requieren corregir las causas biomecánicas, posturales y ergonómicas que causan la sobrecarga en el codo.