La palabra siesta proviene de la hora sexta de la antigua Roma entre las 12 h y las 15 horas, que era cuando se terminaba el almuerzo y luego la gente se recostaba un rato para descansar.
En la actualidad todavía hay muchas personas que piensan que se ganan unos kilos extra por descansar unos minutos para luego retomar la rutina diaria, pero lejos de engordar, muchos especialistas señalan que la siesta es favorable para mantener el peso, ya que durante el sueño el cuerpo tiene una gran actividad orgánica para lograr liberar ciertas hormonas que ayudan a completar el proceso de digestión.
¿De verdad dormir la siesta engorda?
El descanso no se debe confundir con el dormir, ya que según estudios la siesta no debe ser mayor a 20 minutos, luego de ese tiempo se entra en el sueño profundo, lo que hace que se duerma más tiempo de lo que necesita el cuerpo para reponer energías, logrando el efecto de somnolencia al despertar y la dificultad para reincorporarse de inmediato a una actividad, además que dificultará el proceso de dormir en la noche.
Efectos de la siesta en el cuerpo
La siesta repone de forma natural energías, ya que el descansar de unos 10 a 20 minutos luego de la comida, hace que el cuerpo y la mente se relajen, por lo que disminuye el estrés y aumenta el rendimiento durante las siguientes horas del día, en ese tiempo el cuerpo entra en la fase 2 del sueño que es la fase que facilita la concentración y la memoria.
Además mientras tomamos la siesta liberamos un tipo de hormona llamada leptina que es la encargada de transmitir la sensación de saciedad, y como la siesta es muy corta no interrumpe el proceso metabólico, sino se ralentiza por el estado de relajación, pero no tanto para afectar el proceso, por lo que está claro que es falso que dormir la siesta engorda.
¿Cuál es la mejor posición para dormir la siesta?
Muchos prefieren realizar la siesta en un sofá o en un sillón reclinable antes que la cama, ya que así aseguran pocos minutos de sueño en vez alargar las horas como podría ser al sentirse muy cómodos acostados. Sin embargo, muchas veces el tener una mala postura en el sillón hace que al levantarse surjan dolores de espalda y te sientas cansado o dolorido por la mala posición, por lo que es mejor recostarse semi sentado en la cama y que coloques una alarma que te despierte, al tiempo justo que deseas terminar la siesta.
Con aire fresco
Es recomendable dormir la siesta con las ventanas abiertas o al aire libre para que mientras duermes respires aire puro y se oxigene mejor el cerebro.
El dormir la siesta no está relacionado con la cantidad de comida que ingieres, sino con la necesidad que sientes de descansar por unos minutos antes de seguir con la jornada diaria, es como recargar el cuerpo y la mente de las energías necesarias.
El dormir la siesta ayuda tanto al organismo que con ello logramos evitar una cardiopatía, reducir los niveles de estrés y la fatiga que a veces se siente por el cansancio de actividades físicas. Así que no te reprimas y haz tu siesta diaria