En la sociedad actual es cada vez más frecuente encontrarse con personas con intolerancia a la lactosa, algo que empieza a ser un mal menor debido a la alta gama de productos sin lactosa que están apareciendo en el mercado. Pero la cosa puede ser peor y en lugar de ser intolerante a la lactosa también se puede ser intolerante a la proteína de los lácteos, por lo que la cosa se complica y no hay más remedio que seguir una dieta sin lácteos ni derivados.
La intolerancia a la lactosa y a la proteína láctea aunque son patologías distintas, pueden presentar síntomas muy similares como:
- Náuseas
- Dolor abdominal
- Espasmos
- Hinchazón y distensión abdominal
- Gases abdominales y flatulencias
- Diarreas ácidas
- Heces pastosa y flotantes
- Defecación explosiva
- Vómitos
- Enrojecimiento perianal
Pero realmente no es necesario ser intolerante a los lácteos para decidirte a abandonar estos productos ya que cada vez hay más estudios que sugieren que es recomendable abandonarlos y que llevar una dieta sin lácteos ni derivados trae más ventajas que inconvenientes.
Razones para seguir una dieta sin lácteos ni derivados:
Estas son solo algunas de los motivos ya que hay muchos más
- Se digiere mal
- Aumenta la posibilidad de piedras y cálculos renales.
- Aumenta la secreción de mucosidades
- Diversos estudios la asocian a una mayor tasa de cáncer de mama, de colon y de estómago.
- Está ligada a trastornos del sistema reproductor femeninos como tumores, quistes ováricos e infecciones vaginales.
- Está asociado con varias enfermedades como, diabetes, esclerosis múltiple, del corazón, de Chron, síndrome del intestino irritable y hasta cataratas.
Pero el principal motivo por el que la gente no quiere dejar los lácteos es por el calcio, ya que es común pensar que si no se toma leche acabaremos con descalcificación y eso no es cierto si se lleva una dieta adecuada. De hecho la leche no es tan buena fuente de calcio cono se suele pensar:
El calcio de la leche está ligado a sus proteínas lo cual dificulta la absorción del mismo. Por lo que en ese sentido solo serían recomendables los quesos o los yogures.
Provoca acidificación sanguínea y para combatirla es necesario extraer diversos minerales de los huesos donde se almacenas, entre ellos el calcio. De hecho hay una relación clara entre el consumo de leche y osteoporosis, ya que en los países en los que se consume más leche mayor es el índice de osteoporosis, mientras que en los países como el Congo, Guinea o Camboya la osteoporosis no es nada habitual.
Si te has decidido a llevar una dieta sin lácteos ni derivados, lo Primero de lo que te debes mentalizar, es que no valen las medias tintas y una pequeñísima cantidad de leche te puede provocar los mismos efectos secundarios desagradables que una cantidad elevada de lácteos. Por eso seguir una dieta sin lácteos es bastante más complicado de lo que en un principio puede parecer, ya que en la sociedad actual en la que abundan los productos procesados, se le añade leche a prácticamente todos los alimentos. Este es un hecho del que te darás cuenta una vez te empieces a fijar en los ingredientes de los alimentos y descubras que hay alimentos que contienen leche y nunca lo hubieras pensado como el jamón de york, el chorizo, hamburguesas, pan de molde y un inmenso ect. Pero afortunadamente no todos los fabricantes utilizan los mismos alimentos para procesar sus productos, por lo que con un poco de paciencia podrás encontrar marcas de casi todos tus alimentos preferidos que no emplean lácteos.
Si quieres eliminar los lácetos de tu dieta y perder unos kilos pero no sabes como hacerlo, aquí tienes una dieta sin lácteos para perder peso.