Estar sano no significa estar libre de dolencias físicas. De hecho, el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, cita lo siguiente: “La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Esto indica que para estar sanos se deben incorporar algunos hábitos a la cotidianidad, los cuales se relacionan entre sí y son determinantes para verse y sentirse bien. A continuación presentamos los mejores hábitos de vida saludable.
Realizar una actividad física
El ejercicio físico permite al organismo la quema de calorías y el fortalecimiento de los músculos y huesos. También permite mantener bajo control el colesterol, la tensión arterial y los niveles de glucosa en sangre. 30 minutos de caminata, trote, bicicleta o elíptica, pondrán tu cuerpo en forma y eliminarán el estrés.
Es recomendable que la actividad física se realice al aire libre y en compañía (aunque no es limitación para los que prefieren el gimnasio o la soledad), ya que proporciona relajación, ayuda dormir mejor y permite desarrollar una actividad social. La práctica de disciplinas como el yoga (en cualquiera de sus variantes), es una de las mejores alternativas que relacionan el bienestar del cuerpo con la mente, espíritu y relajación.
Consumo de ácidos grasos omega 3
La alimentación balanceada es otro de los hábitos principales que se deben desarrollar para tener una vida sana. Una dieta equilibrada, variada y en porciones adecuadas, ayuda a cumplir con las necesidades nutricionales. Para ello, es fundamental el consumo de ácidos grasos omega 3, ya que brindan al organismo múltiples beneficios.
¿Qué es el omega 3?
El omega 3 es un tipo de grasa poliinsaturada, del grupo de las grasas saludables y del tipo esencial, ya que no son producidas por el cuerpo. Los ácidos grasos omega 3 son el ácido ALA (ácido alfa linolénico), el EPA (ácido eicosapentanóico) y el DHA (ácido docosahexanóico).
Los principales beneficios de los ácidos grasos omega 3 son: la reducción del colesterol malo o LDL, así como la prevención de enfermedades cardiovasculares. También tienen propiedades antiinflamatorias y autoinmunes, ayudan al funcionamiento de las membranas celulares del cerebro y la retina.
Entre los principales alimentos que se deben consumir para obtener ácidos grasos omega 3, se encuentran: las semillas de lino o chía y los frutos secos como el cacahuete y la nuez. Otra excelente opción, son los pescados azules, como el salmón, bacalao, atún, anchoas y sardinas.
Mantener una higiene adecuada
La higiene personal y la higiene del hogar es imprescindible para evitar enfermedades. Mantener el cuerpo y el ámbito doméstico limpios, prevendrán problemas de salud, tales como dentales, infecciosos o dermatológicos.
Buscar el equilibrio mental
Realizar actividades que eliminen el estrés, como desarrollo de hobbies (escuchar música, jugar videojuegos, ver televisión, ir al cine) o desarrollen capacidades cognitivas (realizar juegos de concentración, cruzaletras, zudokus), ayudan al cerebro a concentrarse en otras actividades y despejarse de tensiones producidas por el día a día.
Compartir en el ámbito social
El aislamiento y el sedentarismo son elementos negativos , que impiden tener una vida saludable y pueden producir enfermedades como la depresión y la demencia. El contacto con los seres humanos, compartir ideas y escuchar al otro, deben formar parte de toda persona.
En conclusión: una alimentación balanceada que incluya ácidos grasos omega 3, ejercicios físicos, higiene adecuada, tener hobbies y amigos, forman parte de los mejores hábitos de vida saludable.