Cuando hablamos de meditación, es inevitable que se te vengan a la mente los monjes budistas del Tibet, el Ki, los Mantras y el Kung Fu, sin embargo, las técnicas de meditación se remontan a la antigüedad y han sido practicada por diferentes culturas a través del tiempo debido a los numerosos beneficios que provee a la salud mental del ser humano. Sigue leyendo y te mostraremos todo lo que necesitas saber para aprender a meditar en casa y de todas las ventajas que tiene de mejorar tu salud.
Pero, ¿de qué sirve una mente saludable?
Hoy en día, los estudiados en el campo de la neurociencia afirman que el cerebro es el mayor enigma del hombre, gobierna sobre él e influye en la condición de su cuerpo. Es decir, existe una estrecha conexión entre la mente y el cuerpo. Cuando sufrimos algún desbalance emocional, nuestro organismo trata de informarnos que algo no anda bien. Por ejemplo, cuando sufrimos un periodo de depresión, nuestro sistema inmune se debilita haciéndonos propensos a pescar resfriados, infecciones o virosis; a su vez, ocurren cambios en el apetito, jaquecas, cansancio, estreñimiento e insomnio, entre otros.
Mente sana, cuerpo sano.
Al meditar reducimos el riesgo de diversos tipos de enfermedades mentales y físicas, como el estrés y la ansiedad; ayudamos a superar adicciones y a recuperarnos de manera más rápida de cirugías o tratamientos. Nos ayuda a ver las cosas con claridad, los problemas se simplifican, nuestra mente se despeja de pensamientos angustiosos y le damos mayor espacio a las cosas que nos hacen felices en nuestra vida.
Aprender a meditar es entrenar tu mente.
La meditación es un amplio abanico de prácticas que incluyen técnicas enfocadas en diversas áreas, cómo desarrollar la relajación, construir energía interna, entre otros. Es necesario tener en claro que, no incluye ni viene acompañada de ningún tipo de religión, únicamente sirve de soporte y puede practicarse sin necesidad de pertenecer a una religión en específico.
Las técnicas de meditación: gran variedad a desarrollar.
Existe un sinfín de técnicas de meditación, clasificadas de acuerdo a su enfoque. Estas técnicas varían desde las que se basan en observar la respiración, en visualizar algún pensamiento positivo o imagen inspiradora, entre otras. Por ejemplo, la técnica de concentración que se enfoca en un objeto determinado. Aprender a seleccionar una técnica en específico para una situación o estado determinado, puede llevar tiempo y cierta experiencia en el área de la meditación. Sin embargo, siempre hay un principio básico por dónde empezar.
La concentración como principio básico de las técnicas de meditación.
La meditación sólo es posible si puedes concentrar tu mente. La concentración es fundamental porque nos permite manejar nuestros pensamientos y, de este modo, fluyen nuestras ideas, este proceso aplica en casi toda nuestra vida cotidiana, desde el trabajo hasta la casa, sin embargo, para aprender a meditar la concentración debe ir a un nivel más arriba del que acostumbramos en otras áreas de nuestra vida. Para concentrarnos a la hora de meditar, debemos olvidarnos de lo que nos rodea, limitarnos a nuestra mente e intentar dirigir nuestros pensamientos a un punto en específico, podemos recurrir a objetos como punto de enfoque.
A tomar en cuenta al aprender a meditar en casa.
No son necesarios largos períodos de aislamiento para obtener los beneficios de la meditación. Basta con cierta constancia y predisposición. A continuación una serie de factores a tomar en cuenta a la hora de aprender a meditar desde el calor del hogar:
El ambiente.
Al elegir el entorno que frecuentaremos a la hora de meditar, debemos procurar que siempre sea mismo, toma en cuenta su disponibilidad, ya que sí asignamos un lugar para la meditación, cuando estemos en él, ya nos vendrán asociadas multitud de sensaciones que hemos ido consiguiendo en nuestras anteriores secciones de meditación. De este modo, se fluirá con mayor facilidad la meditación. A su vez, asegúrate de que el lugar escogido esté limpio y ordenado. Sí el entorno está caótico es probable que tu atención se pierda a tu alrededor, a menos que se tenga un nivel bastante avanzado en las técnicas de meditación.
No es necesario que tu entorno se encuentre en completo silencio, el ruido de la calle, el sonido de pájaros o el ladrar de un perro, no deberían ser inconvenientes a la hora de meditar, debido a esto, muchas personas optan por espacios abiertos como el jardín, debido a que se encuentran más libres y pueden respirar con mayor facilidad.
El momento.
Es recomendado trazar un horario de meditación, eso te permite ser más constante con tu rutina. Selecciona un buen momento para meditar, generalmente, el más ideal para meditar sería a temprana hora del día o por la noche, antes de dormir. Sin embargo, procura que sea una hora a la que no seas interrumpido/a y así evitarás molestias.
Se recomienda meditar mínimo un periodo de 5 minutos al día para las personas que recién inician en la práctica. Posteriormente, pueden realizarse dos secciones de 20 minutos al día. Es normal que tome tiempo, se te hará difícil concentrarte, sin embargo, no te rindas. La clave del éxito es la constancia.
Un tip, no mires el reloj constantemente para chequear tu tiempo de meditación eso crea ansiedad e interfiere con la concentración, sincroniza una alarma o activa un cronometro si deseas meditar un tiempo exacto.
La comodidad.
Durante la meditación, nuestro objetivo es relajar nuestro cuerpo, escoge un guardarropa cómodo y suelto con el que te sientas a gusto. Usar ropa demasiado apretada puede incomodarte y dar problemas a tu circulación. A su vez, puedes librarte de los zapatos, usa calcetines sí te sientes más cómodo con tus pies cubiertos.
La posición.
Muchas personas optan por la legendaria posición de loto (consiste en piernas cruzadas con cada pie ubicado encima del muslo opuesto), reposando las manos sobre las rodillas, no obstante, puedes elegir la posición con la que te sientas más cómodo. Todo depende de tu condición física, sí sufres alguna dolencia no tienes porqué elegir una posición que te causaría malestar o incomodidad a largo plazo. Puedes usar cojines o un colchón. Siéntete libre, con el tiempo podrás elegir posiciones más complejas.
La técnica para prender a meditar.
La práctica de la meditación puede variar dependiendo de la técnica que escojas, como se ha mencionado antes, sin embargo, he reunido 4 sencillos pasos para iniciarte en el área de las técnicas de meditación de una forma simple y personal
1. Cierra los ojos.
En la meditación, cerrar los ojos, ayuda a crear una barrera entre el entorno y la persona, de este modo, podrás evitar distracciones y enfocarte en la tranquilidad de tu mente. Una vez hayas practicado, puedes iniciar tu meditación con los ojos abiertos con la seguridad de no perder la concentración.
2. Respira.
Ser consciente de tu respiración es fundamental. No intentes crear un patrón en ella ni calcular sí una respiración fue más larga o corta que la anterior. Sólo concéntrate en tu respiración y en cómo cambia tu cuerpo al inhalar y exhalar.
3. Repite.
Existen los mantras, es un sonido que, al ser repetido, genera una sensación de bienestar y estabilidad en nuestra meditación, tiene un alto poder espiritual, sin embargo, para los principiantes no entendidos en los mantras, se recomienda crear una frase o palabra que genere paz mental. “Yo puedo hacerlo”, “Todo estará bien”, “El universo está a mi favor”, por ejemplo. Sin embargo, puedes recurrir a algo más breve como una palabra, se trata de algo muy personal que varía en cada individuo.
4. Visualiza.
Al igual que los mantras, la visualización sirve para generar paz y alcanzar un nivel de relajación mayor. Puedes recurrir a dos tipos de visualización, la externa y la interna.
La visualización externa consiste en seleccionar un objeto simple y enfocarte en él. Ojo, esto no quiere decir que pensarás en el objeto, simplemente se trata de reposar tu mirada en él, a muchas personas se le facilita la meditación de esta manera. El objeto puede variar, desde la llama de una vela, un incienso o un reloj de arena; algo que tenga un movimiento constante y que no sufra de grandes alteraciones. Ver algo muy quieto puede generar tensión visual. De nuevo, esto depende de cada individuo.
La visualización interna es otra técnica de la meditación que requiere de gran imaginación y concentración extra. Consiste en imaginar un lugar; visualizar montañas, campos y lugares tranquilos al aire libre suele ser lo preferido por la mayoría de las personas, sin embargo, basta con un lugar que te inspire serenidad, no tiene que ser real, puedes crear tu propio entorno mental. Este lugar mental será tu templo de meditación. Una vez lo hayas creado a tu gusto, inicia una exploración: imagina que lo recorres, hazlo presente, piensa en los sonidos y olores de tu espacio mental y trata de sentirlos. Cuando hayas concluido, prepárate para abandonarlo, inhala y exhala profundamente y, cuando te sientas preparado/a, abre los ojos.
El objetivo principal de las técnicas de meditación es concentrarse y poco a poco relajar la mente. Según tu progreso a través de la práctica, notarás que puedes meditar en cualquier momento y lugar, con el tiempo lograrás una paz interior que no flaqueará pase lo que pase a tu alrededor, no lo dudes, aunque y lánzate a aprender a meditar, las ventajas serán enormes.
Vídeos para aprender las técnicas de meditación:
Los siguientes vídeos, sin duda te serán de gran ayuda para aprender a meditar: